Un hombre llega a su casa del trabajo cansado y triste porque por la mañana había discutido con su esposa.
Pero cuando entró a la habitación, ella ya estaba acostada, él se desviste, se mete a la cama. Levanta las sábanas y observa el cuerpo de su esposa, al mismo tiempo se le inicia una erección. Inmediatamente se agarra el instrumento con la mano y le dice:
- Quieto canelo, quieto, que la doña está encabronada.
A lo que ella rápidamente contesta:
- Estoy encabronada contigo, el canelo no me ha hecho nada.
Frase:
Con el tiempo se descubre, las mentiras más ocultas, las razones más ciertas y las personas más falsas.