- Mamá, mamá, ¿en qué se parecen los hombres a las pizzas?
- No sé hija mía... ¿en qué se parecen?
- En que los llamas por teléfonos y a los diez minutos ya los tienes calenticos en tu puerta.
- Mamá, mamá, ¿en qué se parecen los hombres a las pizzas?
- No sé hija mía... ¿en qué se parecen?
- En que los llamas por teléfonos y a los diez minutos ya los tienes calenticos en tu puerta.